El cientificismo o cientifismo es la postura que afirma la aplicabilidad universal del método y el enfoque científico, y la idea de que la ciencia empírica constituye la cosmovisión más acreditada o la parte más valiosa del conocimiento humano, con la exclusión de otros puntos de vista.1 Se ha definido como "la postura de que los métodos inductivos característicos de las ciencias naturales son la única fuente de conocimiento genuina y factual y que, en concreto, solo ellos pueden producir conocimiento auténtico sobre el hombre y la sociedad".23
El término cientificismo a menudo implica una crítica de la forma más extrema del positivismo lógico45 y se ha usado por científicos sociales como Friedrich Hayek,6 filósofos de la ciencia como Karl Popper,7 y filósofos como Hilary Putnam8 y Tzvetan Todorov9 para describir un apoyo dogmático al método científico y la reducción de todo el conocimiento a todo lo que es medible.10 También se ha usado para la postura de que la ciencia es la única fuente confiable de conocimiento por filósofos como Alexander Rosenberg.11
Cientificismo puede referirse a la ciencia aplicada "en exceso". El término puede tener uno de dos significados:
Para indicar el uso inapropiado de la ciencia o de afirmaciones científicas.12 Este uso aplica también en contexto donde la ciencia no podría aplicarse,13 como cuando el tema se considera estar más allá del ámbito de la investigación científica y en contextos donde no hay suficiente evidencia empírica para justificar una conclusión científica. En este caso el término es una réplica a apelar a la autoridad científica.
Para referirse a "la postura de que los métodos de la ciencia natural o las categorías o cosas aceptadas en ella, forman los únicos elementos adecuados de cualquier filosofía u otra investigación,"14 o que la "ciencia, y solo la ciencia, describe el mundo como es en sí mismo, independiente de la perspectiva"8 con la simultánea "eliminación de las dimensiones psicológicas de la experiencia".1516
Historiadores, filósofos y críticos culturales lo han usado para destacar los posibles peligros de caer hacia un reduccionismo excesivo en todos los campos del saber humano.1718192021 Para teóricos sociales de la tradición de Max Weber, tales como Jürgen Habermas y Max Horkheimer, el concepto de scientism se relaciona significativamente con la filosofía del positivismo, pero también con la racionalización de la sociedad occidental moderna.1022 La escritora británica y feminista Sara Maitland ha llamado al cientifismo como un "mito tan pernicioso como cualquier otra clase de fundamentalismo".23
La principal crítica realizada en contra del uso del término es su utilización por parte de los partidarios de las pseudociencias y la religión como escudo, no frente al cientificismo, sino frente a aquellos argumentos científicos y desarrollos teóricos que les resultan incómodos y contradicen sus creencias y dogmas.24 Desde una perspectiva religiosa se ha tratado de descalificar así los intentos de explicar como fenómenos naturales temas como la biología evolutiva, fenómenos como la moralidad o el impulso religioso por autores como Dennett, Francis Crick o Wolpert. El filósofo estadounidense Daniel Dennett respondió a la críticas de su libro Breaking the Spell: Religion as a Natural Phenomenon afirmando que «cuando alguien postula una teoría científica que a los críticos religiosos les desagrada, tratan de desacreditarla simplemente tachándola de "cientificista"».
Anarquismo epistemológico
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Paul Feyerabend propuso el anarquismo epistemológico.
El anarquismo epistemológico, anarquismo metodológico o dadaísmo epistemológico, es una teoría epistemológica desarrollada por el filósofo de la ciencia austríaco Paul Feyerabend, que sostiene que no hay reglas metodológicas útiles o libres de excepciones, que rijan el progreso de la ciencia. Sostiene que la ciencia que funciona de acuerdo con normas fijas y universales no es realista, sino perniciosa y perjudicial para la ciencia. Propone en cambio una epistemología abierta, a manera de una serie de herramientas de investigación científica adaptables a cada contexto pero no postuladas como leyes inamovibles.
Feyerabend afirmó que una metodología científica universalmente válida es un contrasentido, que no pueden dictarse normas a la ciencia para su desarrollo. Criticó ácidamente el cientificismo por ser «castillos en el aire». Puesto que no hay conocimientos ciertos y no se sabe qué paradigmas dominarán la ciencia del futuro, descartarlos ahora supone cerrar puertas al mañana. Feyerabend argumenta que la ciencia es una empresa esencialmente anárquica,26 que los métodos científicos no son monopolio exclusivo en el lidiar con el conocimiento y que los científicos nunca han obrado con una tradición distintiva y estrechamente definida. Describe el proceso de la educación científica contemporánea en una forma leve de adoctrinamiento, con el fin de hacer la historia de la ciencia más aburrida, simple, uniforme, objetiva y más fácil de entender para normas estrictas e inflexibles.27
La teoría sugiere tratar las leyes científicas (no la investigación científica en sí) como una ideología, junto con otras, como la religión, la magia y la mitología, y considera el dominio de la ciencia en la sociedad como algo autoritario e injustificado.28 La promulgación de la teoría hizo ganar a Feyerabend el título de «el peor enemigo de la ciencia» por sus detractores.29
Comunicación científica
Jürgen Habermas ha argumentado que entender adecuadamente el cientificismo requiere ir más allá de la noción de Weber de la racionalización y distinguir entre racionalidad instrumental, que implica el cálculo y la eficiencia (en otras palabras, reducir todas las relaciones a los medios y los fines) con la racionalidad comunicativa, que consiste en la ampliación del alcance de la comprensión mutua dentro de la comunicación.30
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